Historia del Museo de
La casa, construida aproximadamente en el año 1780, está ubicada en una de las nueve manzanas centrales de
Actualmente es la única que queda en su tipo, y plantea el comercio en parte de su planta baja y la vivienda en los altos, con su entrada principal enmarcada en cornisa engrelada sobre calle Florida. La edificación se organiza alrededor de un patio principal en el que desbordan las salas. La entrada de servicio, caballerizas y huertas han desaparecido en las continuas subdivisiones del solar.
Lo que hoy emerge es el aspecto del patio del siglo XVIII , aunque las barandas de los balcones y escaleras ya son del siglo XX.
Contiene valiosos espacios interiores, delimitados por gruesos muros de calicanto (piedra y ladrillo) en la planta baja y de adobe, en la planta superior. Con muros divisorios de quincha (cañizo torteado).
La carpintería de madera , de gruesas proporciones fue continuamente modificada con la influencia de los siglos XVIII y XIX. La doble puerta esquinera es original y ha sido restaurada, al igual que el balcón esquina
El material cerámico en pisos y techos, la madera de carpintería en el entrepiso y la estructura de techos (algarrobo y quina) otorgan calidez a este lenguaje arquitectónico, típica expresión de la influencia hispana.
Es importante destacar que ésta es una de las pocas obras que ha sido encarada con el criterio de restauro en donde cateos e investigaciones han sido parámetros básicos para la toma de decisiones, (tarea realizada por el Departamento de Preservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de Salta).
PROPIETARIOS
Los datos revelan que la casa de Florida y Alvarado perteneció a Da. Petrona Rodríguez Peñalva, D. Juan Francisco Echais y D. Victorino Solá y Cía, entre 1789 y 1828. La propiedad de los Rodríguez sobre esta casa se remonta a mediados del siglo XVIII, por cuanto Da. Petrona y su hermana Da. M. del Carmen heredan de su padre las propiedades vecinas ubicadas en esa esquina. La única referencia de “Hernández” que encontramos en la documentación es la del pulpero D. Antonio Hernández, quien vivió en Florida y Alvarado , pero en la vereda de enfrente de la vivienda. Aparentemente su nombre se conservó en la memoria popular. El Dr. Alberto Alvarez Tamayo proporciona información referida a las casas de alto coloniales existentes en la ciudad en su libro Guemes, y Salta en el siglo XVIII, (1921) donde menciona:
17- CASA DE HERNANDEZ, idem esq. Alvarado, modificada (hoy del Dr. Fortunato Solá), por lo tanto “La vivienda donde funciona el Museo de
A fines del siglo XVIII la vivienda fue alquilada por D. Tomás Arrigunaga y Archondo (comerciante de Castilla, casado en 1780 con Da. Eulalia Ruíz Carbajal, fue mayordomo de
La casa fue testigo de numerosas historias, en 1867 nos dice el Dr. Ernesto M. Aráoz en su libro “El diablito del Cabildo “ al referirse a como ingresa a la ciudad Felipe Varela.”Como a las nueve y media de la mañana el ataque se generalizó. Una de las trincheras donde la lucha resultó más encarnizada fue en la calle Florida y Alvarado, próxima a
Alquilada para locales comerciales en la planta baja, vivienda de alquiler en los altos, el siglo XX trajo consigo a los inmigrantes sirios, los hermanos Masri, quienes la adquirieron y la mantuvieron en alquiler: Simkin, Ostrezega, Farber y Vinograd son los nuevos apellidos que se vocean en los patios de la casa, entre el revoloteo y el sonido de las palomas que acompañan y quitan el sueño a sus habitantes. La casa llena de vida, inclusive fue protagonista de un intento cooperativista de artistas locales.
También funcionó el Café Florida del Osías Simkin, Mueblería Radcowsky y Cía; Talabartería de Luis Bartoletti, Taller de Sombreros de Luis Sagripanti, Almacén y Venta de Fiambres de Importados de los señores Piccone Ventimiglia; Mueblería Siglo XX de Rosa Openheim de Orztchega. La casa se transforma en referente de las transformaciones sociales que se operan en el siglo XX con el ingreso e inserción de la inmigración,. Su historia, con la incorporación de todos los actores que han vivido allí, se convierte en la historia de la sociedad, una suerte de “discurso alternativo” e inclusivo, que enriquece la imagen tradicional de
La vivienda está organizada alrededor de un patio principal en el que desbordan las alas. Las lahas que cubren su superficie fueron colocadas cuando se restauró en abril de 1997, en el centro del patio se ve una muestra del cerámico veneciano colocado en el siglo XIX, situación que se repite en la galeria superior.
En el interior podemos ver gran cantidad de pianos y otros instrumentos musicales. También hay una biblioteca y en la parte superior funciona una exposición de ventas de esculturas realizadas en madera.
Horario de visitas: Lunes a viernes de 9 a 13 y 16 a 20:30 hs. Sábados de 9 a 13.
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